Sentirse culpable por ser improductivo y es una sensación real. Es esta sensación que uno experimenta cuando no esta motivado y piensa que debería estar haciendo más, incluso cuando ya ha trabajado hasta al máximo. Aquí esta el truco: no necesitas estar rindiendo al máximo constantemente.

Como explica el escritor Jamie Veron, incluso en tu semana más productiva, es probable que no estás trabajando cada minuto de cada día. Incluso si estás trabajando, una gran parte de las recompensas que obtienes proviene de una pequeña parte del trabajo que realices. Sabiendo eso, está bien darse un poco de libertad para hacer algo un poco más humano en lugar de ser una máquina de productividad:

«No eres un robot. No se puede estar motivado cuando simplemente uno no puede. A veces estás pasando por algo. A veces la vida sucede. ¡Vida! ¿lo recuerdas? Sí, te enseña cosas y a veces te hace tomar el camino largo para enseñarte tus mayores lecciones.

No puedes controlarlo todo. Puedes despertarte a las 5 de la mañana todos los días hasta que estés cansado y roto, pero si los proyectos no quieren acabarse, no lo harán. Puedes aparecer todos los días con tus mejores intenciones, pero si no estás motivado, pues no es el momento. Tienes que darte permiso para ser un ser humano.»

En lugar de intentar ser productivo y motivado todo el tiempo, centra tus esfuerzos en ser productivo en el momento adecuado. Ese momento que tienes una brillante idea para un proyecto, acostúmbrate y escribe sobre él. ¿Tienes un fin de semana libre? Usa ese tiempo extra para trabajar en ese proyecto, en lugar de pasarlo en el sofa viendo la tele.