Limita esa mala costumbre antes de eliminarla
Dejar un mala costumbre no es algo natural. El cerebro no está capacitado para salir pronto de una rutina. En su lugar, cuando uno trata de dejar una mala costumbre, lo mejor para hacerlo es empezar a limitarse.
Como la web de consejos Barking Up the Wrong Tree explica, al centrarse en la frecuencia con lo que hacemos algo, podemos influenciarnos a nosotros mismo a dejar de hacerlo con el tiempo. Puede que estés acostumbrado a fumar una docena de cigarros al día, o solo beber refrescos cuando tengamos sed; pero si cambias esa mala costumbre y bajas los cigarros a cinco al día o sólo un refresco al día, puedes aumentar lentamente tu autocontrol con el tiempo:
«Sea lo que sea que no debería estar haciendo, no tienes por qué parar todavía. (¿A que te suena bien?) No trates de reducir la costumbre, trata de reducir la variabilidad de la mala costumbre. En otras palabras, no trates de dejar de fumar al instante, empieza por fumar exactamente el mismo número de cigarros al día. O sólo comprueba Facebook 30 veces por hora. Este pequeño esfuerzo hacia el autocontrol puede llevar a una disminución de las malas costumbres con el tiempo, de forma inconsciente.»
Ni siquiera tienes que reducir la cantidad en la que haces esa mala costumbre en este momento. Sólo tienes que contarlo y ser coherente. Ejercita el músculo de autocontrol, poniendo un límite factible en tu costumbre en el primer lugar, y a continuación, podrás reducir la cantidad. Con el tiempo, se podrá reducir ese número a cero, pero empieza por cuantificarlo primero.