La disciplina comienza al segundo que suena la alarma por la mañana
El desarrollo de la disciplina tiene que ver con hacer las pequeñas cosas bien. Conseguir victorias pequeñas pueden marcar la pauta del día, incluyendo el primer momento, cuando suena la alarma.
Es demasiado tentador apretar el botón de ‘snooze’ por la mañana, sobre todo cuando no hay nada que te obligue a despertarte en ese momento. No obstante, ese momento es decisivo, que podrá determinar el resultado total del resto de día, por lo que podrías aprovecharlo como una oportunidad para ejercer disciplina. Jocko Willink, un ex Navy SEAL de los Estados Unidos y autor de Extreme Ownership: How US Navy SEALs Lead and Win (Propiedad Extrema: Cómo los US Nay SEALs lideran y ganan) explica:
«La disciplina comienza cada día en el momento en que la primera alarma suena. Digo ‘primera alarma’ porque tengo tres…De esa manera, no hay excusa para no salir de la cama, especialmente con todo lo que se apoya en ese momento decisivo… La primera prueba es el momento en el que suena esa alarma, la cual establece el tono para el resto del día. La prueba no es complicada: cuando suene la alarma, ¿te despiertas y sales de la cama, o sigues acostado cómodamente y te vuelves a dormir? Si tienes la disciplina de salir de la cama, ganas, has aprobado el test. Si eres mentalmente débil en ese instante, y dejas que esa debilidad te gane y te quedas en la cama, no has aprobado. Aunque parece pequeña, esa debilidad se traduce a las decisiones más importantes. Pero si ejercitas tu disciplina, ésta se traduce a elementos más importantes en tu vida».
Podría parecer intrascendente, pero hacer bien las cosas pequeñas puede conducir a que hagas bien las cosas grandes. Nadie te está obligando a levantarte, pero tu mismo. Anímate y toma las riendas del resto de tus días.