Piensa en todas las veces que dices «no» cuando eliges lo que piensas que es mejor para tu salud. Todos los «no debo» o «no puedo» puede llegar a cansarte. En lugar de fijarte en el «no», concéntrate en cuando puedas decir «sí».

Ahora bien, esto no es como gritar un rotundo «sí» a comer helado después de cada comida (aunque eso podría ser interesante). Se trata más de evitar en detenerse en lo que «sacrificas», desde dejar el postre para otro momento, a dejar las papa fritas en la despensa, a ir al gimnasio por las mañanas incluso cuando quieras seguir durmiendo. Mark Sisson, escritor de salud en Mark’s Daily Apple, tiene grandes ideas en la construcción de una vida saludable, en lugar de que sea simplemente monótona y saludable.

La próxima vez que tengas una guerra interna (es decir, «No, no debería pedir el 2 por 1 en margaritas porque tengo que ir al gimnasio»), conviértelo en una forma de dar gracias por las cosas que puedas disfrutar. Algunos de los ejemplos de Mark:

«¡Sí! Esta noche tengo la oportunidad de comer un asado o un filete de carne»

«¡Sí! Tengo la oportunidad de pasar la tarde paseando por el parque con mi pareja»

«¡Sí! Tengo la oportunidad de hacer meditación esta mañana»

«¡Sí! Tengo la oportunidad de sentir el sol y disfrutar mi hora de almuerzo al aire libre»

«¡Sí! Tengo la oportunidad de realizar un seguimiento a mi progreso en el gimnasio y mejorar mi marca personal»

«¡Sí! Tengo la oportunidad de disfrutar una siesta por la tarde»

Con tantas decisiones, es fácil sufrir fátiga o obsesionarse con hacer las cosas correctamente todo el tiempo. Mark simplemente dice: «Gastas una cantidad de energía manteniendo la resistencia del «no». Olvídate de ese sufrimiento y sacrificio».