Iniciar una nueva startup, especialmente en las primeras etapas, es un gran compromiso. Al hacer el salto hacia el camino emprendedor, los posibles emprendedores harían bien en aprovechar su red de personas, su familia, amigos, y socios comerciales, como un recurso crítico. Aquí os dejamos con cinco favores que todos los emprendedores pueden pedir durante las primeras etapas en su viaje emprendedor.

1. Prueba mi prototipo

Empezar de manera «lean» (rápido y con poca inversión) es la realidad para la mayoría de los emprendedores. Hacer una gran inversión en un producto o servicio completamente desarrollado tal vez no sea posible, y mucho menos una buena estrategia. Eric Reis, en su libro The Lean Startup, popularizó el concepto del producto mínimo y viable, un prototipo básico utilizable. La familia y los amigos pueden ser un gran recurso, dispuestos a revisar o probar un prototipo y darte su opinión y/o críticas sobre lo que tienes que mejorar.

Si reunes tanta información como puedes al principio puedes reducir la cantidad de incertidumbre alrededor del negocio. Aclara lo que les interesa a clientes potenciales. También indicará cuanto trabajo de diseño sería necesario para hacer que tu producto o servicio tenga un nivel de interés suficiente para poder lanzarlo como una startup.

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2. Ayúdame a escribir un plan de negocios

Puede ser muy tentador evitar escribir un plan de negocios. La emoción de una nueva idea, la inexperiencia con el proceso, y en algunos casos excepcionales, el acceso fácil a financiación puede hacer que parezca como si lo mejor que se puede hacer es empezar a ofrecer su producto o servicio en el mercado lo antes posible. Sin embargo, necesitas escribir uno para que así entiendas la mejor manera de llegar al mercado. Puedes tener un diseño fantástico, pero si no lo lanzas con suficientes recursos económicos, un modelo operativo sólido y una estrategia de mercado convincente, probablemente no ganes la tracción necesaria para tener éxito. Como dice el refrán, los objetivos sin planes no son más que deseos.

3. Hacer una inversión

En las primeras etapas de un camino emprendedor, puede ser muy difícil obtener acceso a fondos de capital de riesgo. Un préstamo o premio puede ser posible, pero vienen con costes agregados: interés en el caso de un préstamo y un proceso de aplicación bastante largo en el caso de premios. Cuando eres incapaz de financiar tu startup por tu propia cuenta, la familia y los amigos pueden ser una fuente muy importante en etapas tempranas. La familia y los amigos invierten más de 60.000 millones de dólares en nuevas startups anualmente alrededor del mundo.

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4. Ayúdame a manejarme

Empezar una nueva startup es un proceso extremadamente lento y estrenaste. Los fundadores pueden absorberse tanto en las necesidades del día a día con la puesta en marcha que se olvidan de administrar su propio bienestar, tanto física como psicológicamente. De hecho, puede que ni se den cuenta del peaje que su startup está teniendo en su salud. Tener un cónyuge, miembro de la familia, amigo de confianza o asesor dispuesto a reunirse contigo regularmente para escuchar ideas y problemas, puede ayudar a proporcionar cierto equilibrio entre el trabajo y la vida personal que puede ser muy valioso. Esto asegura que los fundadores se están cuidando a sí mismos y por tanto están bien posicionado para cuidar la startup.

5. Un mentor de negocios

Generalmente una startup se construye alrededor de una nueva idea, pero estas ideas se lanzan muy a menudo en mercados establecidos. Se puede tardar mucho tiempo en aprender las mejores prácticas y las sutilezas de las industrias en las que quieres que tu nueva startup compita. Tener a alguien familiar con la industria que tienes en mente es extremadamente valioso para posicionarte en los inicios.

Como el fundador de una nueva startup potencial, tienes mucho trabajo por delante. La buena noticia es que no tienes que empezar el camino solo. Busca recursos en tu red de contactos y ponlos a buen uso.

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