3 maneras de encontrar motivación cuando sólo quieres rendirte
Algunas semanas de trabajo son cinco lunes seguidos. Así es la vida. O al menos esa es la vida si eres emprendedor. Tras ese quinto lunes, sin motivación, con fuegos que no se apagan, es normal preguntarse si vale la pena seguir o tal vez, debamos despedirnos e ir a buscar un trabajo.
Podemos bombear nuestra mente con afirmaciones como «los que se rinden nunca ganan» y «el fracaso no es una opción». Pero esto es rara vez efectivo cuando estamos abrumados por demandas urgentes y no tenemos tiempo, dinero y energía.
Aquí os dejamos con tres maneras de encontrar motivación cuando sientes que ya no puedes más:
1. Déjalo por un tiempo, y vuelve más inteligente
Por lo general, cuando escuches voces como «tal vez deberías dejarlo», te puedes dar cuenta de que vas en camino a tener una crisis. Esto quiere decir que estás muy involucrado y muy comprometido a ello. Has ignorado advertencias previas y vas de camino a tener una crisis mayor.
Trata de interpretar esto como una señal inteligente diciendo: «Lo que estás haciendo no está funcionando, no es sostenible, y no va a ser bonito cuando todo se venga abajo.» Esto no quiere decir que te rindas y empieces a buscar trabajo. Quiere decir que necesitas de dejar de hacer lo que estás haciendo de la manera que lo estás haciendo.
Entonces déjalo. Si estás en medio de un objetivo, díctate el compromiso de dejarlo en cuanto acabes ese objetivo. Y mantén esta promesa. Échate una siesta, vete a pasear, respira profundamente. ¿Qué tipo de reinicio necesitas?
Pregúntate qué tiene que cambiar antes de lo que estás haciendo funcione, sea sostenible, y no amenaza a que todo se venga abajo. A continuación, vuelve a ello con esa nueva mentalidad, con motivación, para cómo completar el trabajo.
2. Vuelve a conectar con tu destino de ensueño, y luego revisa tu hoja de ruta
De vez en cuando puede que oigas a tu mente decir que te rindas porque lo que estás haciendo no está te llevando a dónde quieres. Puede que hayan veces cuándo te des cuenta de que te estás quemando a ti mismo porque piensas que estás haciendo lo que tienes que estar haciendo pero no trabajas en lo que quieres lograr cuando pensaste en ser emprendedor.
Cuando eso suceda, tienes que revaluar tu dirección y tu destino. Si decides que seguir en la dirección en la que estás, de hecho, te trae un poco más cerca a tu sueño; experimentarás un alivio y esas voces en tu mente se convierten sólo en un susurro.
3. Deja de pretender que eres el Llanero Solitario
Incluso el Llanero Solitario no fue solo. Siempre encontraba algún acompañante. Cuando te sientas como un huérfano en el desierto y sabes que tu círculo de amistad no siempre te va a ayudar, debes buscar otras soluciones.
A veces ayuda a trabajar con alguien que desafíe mi percepción y mentalidad, o tal vez pagar a alguien para que te ayude temporalmente. También ayuda hablar con personas que no conoces pero que sienten la misma presión y dolor. Entonces, puedes llamar a tu mentor, subir un proyecto en Upwork o ir a un evento de networking.
Muchas veces, no se trata de pedir ayuda pero de recibirla lo que hará que no te rindas, encuentres la motivación y sigas adelante.