Regatea y negocia con facilidad omitiendo este conocido fallo
Cuando uno regatea, no lo hace para ser un negociador débil, de lo que se trata es de no pegarse un tiro. Si tu método de negociación pasa por utilizar números fuertes, piensa mejor, si evitas utilizarlos le darás más libertad al vendedor y así incrementas tus posibilidades de llegar a un acuerdo.
Si eres demasiado contundente con el vendedor, matarás la conversación muy rápido. En el libro, ‘Si no preguntas, no recibes’, la autora Janet F. Williams recomienda que te mantengas alejado de detalles específicos cuando regateas durante una compra:
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«Tan rápido como pidas un acuerdo específico, un 10% de descuento, €50 euros de descuento, estás fijando un límite. Si dejas claro que lo que buscas es ahorrar, pero no dices nada específico, le das al vendedor el espacio creativo para pensar cómo pueden ayudarte.»
Puede ser que te den un descuento, sobre todo si hay un defecto obvio, pero tal vez no pueden. Aún así, hay una posibilidad de que te den oportunidades de ahorro por otras maneras, como ofrecerte servicio a domicilio gratis o decirte sobre la nueva oferta que viene y que te ayudará a ahorrar en el producto en cuestión. El usuario puede obtener lo que quería en un principio, pero consigue algo, y algo es mejor que nada.
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