Deutsche Bank: 5 escenarios para el banco alemán
La travesía de Deutsche Bank está bastante lejos de terminar, incluso si John Cryan, director ejecutivo del banco, está tratando de resolver con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos el tema de la presunta venta abusiva de títulos hipotecarios, los productos tóxicos en el centro de la reciente crisis financiera.
La demanda inicial y multa de $14.000 millones por el Departamento de Justicia, rechazada por Deutsche Bank, amenaza con socavar la confianza de los inversores y clientes del mayor prestamista de Alemania. Los analistas creen que los temores del mercado sobre la multa han puesto de manifesto las debilidades estructurales que plagan el sistema bancario europeo: las tasas de interés negativas, el débil crecimiento económico y la regulación tan estricta arrastran la rentabilidad de la industria muy por debajo del coste que necesita para mantenerse.
El banco de inversión más grande de Europa que tiene una hoja de balance de 1.8 trillones de euros y emplea a 100.000 personas, se tambalea al borde de una crisis existencial. Aquí os dejamos con los cinco posibles escenarios que puedan suceder a continuación en Deutsche Bank.
Mejor escenario al llegar a un acuerdo
Alcanzar un acuerdo con el Departamento de Justicia es la máxima prioridad para John Cryan, que ha pasado la mayor parte de su tiempo en los Estados Unidos tratando de llevar las conversaciones a su fin lo más rápido posible. Si Deutsche Bank logra resolver el caso cerca de $3.000-$5.000 millones que tiene como objetivo y completar la venta de su participación minoritaria en el Banco Huaxia de China por $4.000 millones, podría poner fin a la especulación sobre su pobre posición de capital. Esto debe dar lugar a un rebote en el precio de sus acciones, que han caído a mínimos de tres décadas, y apuntalar la confianza de los clientes en la posición financiera del banco. El banco podría entonces presentar a los inversores una estrategia para reconstruir su rentabilidad y reforzar su balance cuando presente resultados trimestrales a finales de octubre. Crisis terminada.
Aumento de capital dilutivo
Incluso antes de la inesperada demanda de $14.000 millones por parte del Departamento de Justicia, se esperaba que Deutsche Bank tendría que aumentar su capital, probablemente a través de una emisión de derechos. Su ratio de capital de máxima calidad (CET1), la medida clave que determina la fortaleza financiera de un baco, fue del 10.8% en junio, muy por debajo de la mayoría de sus competidores y su propio objetivo del 12.5%. Otro problema es que, dado que actualmente el precio de la acción ha caído más de la mitad hasta llegar a un nivel del 70% por debajo de su valor contable, una emisión de capital sería prohibitivamente dilutiva. También hay dudas de que los inversores quieran inyectar más capital sólo para financiar un gran acuerdo con el Departamento de Justicia y sin una idea clara de cómo Deutsche Bank puede reconstruir su rentabilidad a partir de las fuertes pérdidas del año pasado.
La venta de activos adicionales
Si el Departamento de Justicia se mantiene exigiendo mucho más de los $5.000 millones que Deutsche Bank está dispuesto a aceptar, el banco alemán tendría que considerar otras opciones para estabilizarse, incluyendo más ventas. Una gran parte de la estrategia de John Cryan era reducir el apalancamiento en su hoja de balance mediante la venta o sacar públicamente en bolsa a Postbank, el banco que compraron en 2010, pero esto se ha debilitado debido a la falta de compradores serios y las malas condiciones del mercado. Una autoridad de alto rango europea dijo que el Deutsche Bank podría beneficiarse de una amplia oferta de financiación barata procedente del Banco Central Europeo para calmar la tormenta, mientras trabaja en la venta de activos.
Crisis de los clientes – y la confianza
Algunos fondos de inversión libre (hedge funds) han estado tirando de garantías para las operaciones de derivados de Deutsche bank, aumentando los temores sobre el banco más grande de Alemania. Si las conversaciones con el Departamento de Justicia sigan, podrían causar que otros clientes como los gestores de activos y tesoreros corporativos empiecen a reducir su exposición al banco. Si los clientes empezarán a tener importantes caídas de ingresos, las agencias de calificación tendrían que rebajar al banco, que actualmente flota justo por encima de la categoría basura, obligando a que más clientes salten. El regulador podría intervenir y obligar al banco a eliminar su deuda de menor antigüedad y convertir otros préstamos sin garantía a capital. Reconstruiría su balance, pero desataría ondas de pérdidas a través del sistema financiero.
El Gobierno interviene
Frente a una evaporación de confianza del cliente con Deutsche Bank, que amenaza con salirse de control, el gobierno de Angela Merkel podría intervenir y respaldar un aumento de capital. Ya a menos de un año de las elecciones generales y ya bajo la mirada sobre su decisión de aceptar a un gran número de inmigrantes en el país, Merkel estaría reacia a considerar este paso. Las nuevas normas europeas para los rescates bancarios sólo permiten a los Estados inyectar dinero en los bancos una vez que los acreedores han incurrido pérdidas equivalentes al 8% de los pasivos. En el caso de Deutsche Bank, equivaldría a unas pérdidas €139.000 millones en bonos, que se propagaría y contagiaría al sistema financiero. Cualquier intento de eludir las normas desencadenaría gritos de juego sucio de países como Italia, al que se le ha impedido que rescate a sus bancos. Una posibilidad discutida es que el gobierno ingeniero una fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank, en el que el gobierno ya tiene una participación minoritaria. Si bien esto no es popular, se puede permitir que el gobierno proporcione apoyo a Deutsche Bank sin que sea considerada ayuda estatal.
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