Lo que los inversores en petróleo pueden aprender del oro
Los inversores en commodities han estado aprovechando el momentum de los últimos años ya que con un suministro decreciente de estos productos, parecía que los precios estaban destinados a seguir subiendo en el futuro.
Luego, en un período de unos meses, el precio de estos commodities bajó de tal manera que miles de millones de inversión y del valor de capitalización de los productores desaparecieron. Esta historia puede sonar familiar para muchos inversores en energía.
En 2013, después de subidas protagonizadas durante la última década, los inversores en oro descubrieron que el metal precioso no era tan seguro como habían asumido. Se suponía que el oro era el mejor activo de refugio. Al igual que el terreno, como Mark Twain dijo una vez, han dejado de producirlo. A diferencia de las acciones, bonos o incluso los billetes, el oro es tangible y se ha negociado durante siglos. También cuenta con una demanda base a nivel global lo suficientemente consistente. Sin embargo, después de que el precio por onza se acercara a los $2.000, el precio del oro cayó cientos de dólares en cuestión de semanas.
Actualmente, el precio del oro no ha sabido recuperarse. De hecho en el último año, ha seguido cayendo aunque a un ritmo más moderado. No se suponía que fuera así.
Se suponía que la impresión global de dinero virtual a través del alivio cuantitativo iba a seguir manteniendo inflado el precio del oro. Incluso después de que se derrumbara en valor, numerosos analistas y fondos dijeron que era temporal, que con el precio bajo, la demanda crecería y provocaría un rebote al cabo de unos meses. Había incluso comentarios sobre diversas organizaciones en la industria que no estaban informando correctamente los números de oferta y demanda, manteniendo así a los mercados mal informados y los precios bajos. Ahora, más de dos años después de ese gran bajón, ninguna de esas predicciones se ha materializado, y los inversores todavía están curándose las heridas.
De todas formas, esta no es una historia sobre el oro. Es sobre el petróleo. La verdad en el asunto es que el oro es en gran parte, un producto irrelevante en comparación con el petróleo. El petróleo es una de las bases para las economías de docenas de países en el mundo y para miles de compañías. Sin embargo, nada de eso importa. La otra verdad, y la menos agradable, es que hay un paralelismo marcado entre lo que pasó con el oro hace unos años y lo que está sucediendo con el petróleo hoy.
En ambos casos, el oro y petróleo, los niveles de precios llevaron a un gran aumento de la producción a lo largo de una década y fuentes poco ortodoxas de oferta empezaron a ser explotadas. A pesar de la oferta creciente y el lento crecimiento en la demanda, los precios siguieron subiendo. Después de un tiempo, los precios del oro y del petróleo se estabilizaron, y pasaron un tiempo consolidándose, y entonces, justo cuando cayó el oro, el petróleo también se derrumbó en precio.
Ahora, más o menos un año después, los productores de petróleo han respondido en serio. Pero al igual que el oro, simplemente cortando los suministros un poco y ver que algunos productores se van a la quiebra, no hará que el precio rebote. En su lugar, parece que los precios del petróleo van a mantenerse por debajo de $100 el barril durante años.
Tal vez los precios del petróleo volverán y los paralelismos con el oro terminarán aquí, pero eso es probablemente demasiado optimista. La mayoría de las fuerzas económicas que afectan al oro son igualmente válidas para el petróleo. Los inversores deben estar preparados para una realidad que puede ver que el precio del petróleo tarde una década en volver a los $100. Esto no quiere decir que las compañías petroleras empiecen a despedir a todos sus trabajadores y vayan a la quiebra o que invertir en acciones de estas compañías no sea rentable.
Pero sí significa que la industria está cambiando y evolucionando. Algunas empresas que anteriormente tenían grandes ingresos, tardarán en volver a esos niveles. Otras empresas que sean más rápidas en adaptarse, serán capaces de tomar nuevas cuotas de mercado. En cualquier caso, los inversores tienen que reconocer y adaptarse a las nuevas realidades del mercado, siendo válido tanto para el oro como el petróleo. Puede ser doloroso, pero es la única manera de avanzar.