Después de estudiar a 500 millonarios, un periodista se dio cuenta de una característica que tenían en común
Después de estudiar a más de 500 millonarios, incluyendo a Andrew Carnegie, Henry Ford y Charles M. Schwab, el periodista y escritor Napoleon Hill descubrió que todos ellos compartían una sola cualidad: ser decisivo.
«El análisis de varios cientos de personas que habían acumulado fortunas mucho más allá del millón de dólares descubrió que cada uno de ellos tenía la costumbre de tomar decisiones rápidamente, dijo Napoleon Hill en su clásico de 1937, «Piense y hágase rico».
Además de tomar decisiones con rapidez y confianza, también cambiaban sus decisiones, siempre y cuando fuese necesario, poco a poco, dijo Napoleon Hill. Por otro lado, «La gente que no logra acumular dinero, sin excepción, tienen la costumbre de tomar decisiones, en todo caso, muy lentamente, y cambian esas decisiones rápidamente y con frecuencia».
La rapidez en la decisión juega un papel importante en la acumulación de riqueza donde el dominio de la procrastinación, es el séptimo paso de sus trece pasos para ser rico.
Para llegar a ser mejor en tomar decisiones, empieza por prestar atención a tu capacidad de escucha, explica Napoleon Hill:
Mantén tus ojos y oídos bien abiertos, y la boca cerrada, si deseas conseguir la costumbre de tomar decisiones rápidas. Los que hablan demasiado hacen poco más. Si se habla más de lo que se escucha, no sólo se priva uno de muchas oportunidades para acumular conocimientos útiles, pero también divulgas tus planes y propósitos a personas que tomarán un gran placer si fracasas, porque te envidian.
Tus acciones cuentan más que tus palabras. «Dile al mundo lo que quieres hacer, pero primero demuéstralo».
Si consigues dominar esta cualidad, puedes llegar a conseguir beneficios increíbles, dijo Napoleon Hill. «Aquellos que toman decisiones rápido y sin dudarlo saben lo que quieren, y en general, lo consiguen…El mundo tiene la costumbre de hacerle un hueco a la gente cuyas palabras y acciones muestran que saben dónde van».
Desde la época de Napoleon Hill, otros han señalado otras cualidades y costumbres de millonarios, como levantarse temprano, hacer ejercicio con regularidad, sacar un hueco para leer, y asociarse con otras personas que tienen éxito.