Fijar un presupuesto mensual y luego romperlo es muy fácil. Seguir un presupuesto se vuelve monótono y aburrido. El blog Rags to Reasonable apunta que los presupuestos fallan a menudo porque les falta un ingrediente esencial: un propósito.

«Cuando empecé en el mundo de las finanzas personales, lo único que quería era poner mis gastos y mi dinero en orden. En realidad no pensé ni cómo ni por qué, solo seguí las normas que leí en un libro. Cree un presupuesto, y a veces lo seguía, pero a menudo lo pasaba por alto. Entonces me di cuenta de que mi presupuesto carecía de un propósito. No había ninguna razón real para seguirlo, aparte de que era lo correcto. Rags to Reasonable lo explica de esta manera:»

«Un presupuesto no es un montón de números (a pesar de que se parece a un montón de números). Es un plan…un plan de vida…y por ello necesita una dosis de pasión para seguir en marcha.

¿Qué tipo de pasión? Eso no importa…pero tiene que estar ahí.

¿Qué es lo que te apasiona? ¿Quieres darte a conocer como cantante e ir de giras? ¿Quieres construir la casa de tus sueños? ¿Quieres viajar por el mundo?

Ese el plan (presupuesto) que necesitas hacer. El plan que se basa en tus necesidades y deseos más profundos.

Esto es lo que convertirá a tu presupuesto aburrido y monótono…en un plan de vida increíble.»

Una vez que tengas una razón para seguir tu presupuesto, una razón específica, será mucho más fácil de cumplir. No sólo estás controlando por el bien del control, pero lo haces por el bien de ese viaje, o ahorros para tu boda, o cualquier meta que quieras conseguir.