Puede haber una manera sencilla de bajar de peso que no implique dieta o ejercicio
Si estás tratando de perder peso, probablemente ya has dejado las bebidas azucaradas, como los refrescos o los zumos con azúcar.
Pero lo que no sabes es que bebiendo agua antes de las comidas podría ayudarte en la pérdida de peso, y no sólo porque ocupa espacio en tu barriga.
En un estudio reciente, investigadores de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido concluyeron que las personas que bebieron agua 30 minutos antes de algunas o todas las tres comidas del día, perdieron entre 2 y 4 kilos en un periodo de tres meses.
Para este estudio, los investigadores analizaron a 84 personas (54 hombres y 30 mujeres). Los investigadores no revelaron el rango de edad de los participantes, pero si revelaron que la edad media de los participantes era de 56 años.
Aproximadamente la mitad de los participantes bebieron 2 vasos de agua 30 minutos antes de al menos una comida al día. Algunos bebían antes de sus 3 comidas al día, mientras que otros solo antes de 1 o 2 comidas.
Para averiguar si seguían el plan, los investigadores visitaban periódicamente a los participantes y supervisaban su orina para ver cuánta agua estaban consumiendo.
La otra mitad de los participantes no bebía agua antes de las comidas.
En general, ambos grupos de participantes en el estudio perdieron un poco de peso, entre 1 y 4 kilos. Los investigadores no pueden explicar con certeza por qué, pero varios estudios han probado que el hecho de ser un participante en un estudio puede alterar el comportamiento.
No obstante, el grupo que bebía agua antes de las comidas perdió de media 1.5 kilos más que el grupo que no bebía.
¿Cómo pasó esto?
Hay muchos factores que pueden contribuir a la pérdida de peso, desde hacer más ejercicio a un cambio en la dieta o en el estado de ánimo.
Los investigadores consideraron estos factores durante el período del estudio, incluyendo la actividad física de los participantes y la cantidad de calorías consumidas en cada comida.
Notaron que no había mucha diferencia entre los dos grupos en cuanto a hacer ejercicio, de hecho, el grupo que no estaba bebiendo agua solía hacer ejercicio durante más tiempo que el grupo que bebía.
Por tanto, lo que probablemente contribuyó a la pérdida de peso, no fue ejercicio, y no era necesariamente cambios en la dieta de los participantes. Se les dio consejos generales de nutrición, pero se les indico que comieran lo que les apeteciera.
Sin embargo, las personas que bebían consumieron menos calorías que las personas que no cambiaron sus hábitos de beber agua.
Los investigadores creen que esta disminución de calorías en cada comida es obvio: beber agua llena el estómago, haciendo que uno se sienta más lleno y con menos hambre.
Podrían haber otras razones también. Por un lado, cuando estás deshidratado, tu cuerpo te dirá que tienes hambre, por tanto hay una mayor posibilidad de conseguir agua mediante los alimentos que consumes.
¿Consideras probar esta ‘dieta’?
Si bien este ha sido el caso con los participantes en el estudio, otras investigaciones han probado que hay personas que continúan comiendo incluso cuando se sienten llenos, por lo que este no podría ser un plan infalible para todos.
Además, este estudio incluyó adultos de mediana edad, principalmente de raza blanca, por lo que estos resultados no pueden ser aplicados a la población adulta en general.