Martin Zwilling, un inversor en capital de riesgo y mentor para startups en Phoenix, Estados Unidos, nos describe un evento que atendió en el que gente que había perdido su trabajo le preguntaban los rasgos de un emprendedor y como iniciarse.

Cuando empezó a circular por la sala conociendo a la gente que estaba presente, podía decidir a los pocos segundos de conocerlos si tenían una oportunidad de éxito. Nueve de cada diez no la tenían, intuyó.
“La mayoría decía algo como, ‘He tenido un trabajo durante los últimos 20 años, y me gustaría ser mi propio jefe, pero no sé como hacerlo’”, dice Martin.

“Solo había una persona que dijo, ‘He estado trabajando en este proyecto en mi tiempo libre desde hace ya una temporada, y ahora que no tengo un trabajo al que ir, tengo ganas de tomar esta situación como una oportunidad y empezar mi propio negocio.’ Tener las ganas y una mentalidad fuerte de lo que se quiere hacer importa mucho.”

Hacer el cambio de ir de empleado a dueño de una startup no surge sólo por poner un signo con el nombre de la compañía. Debes también acostumbrarte a pensar de una manera diferente y así lograr el éxito en el imprevisible mundo de las startups.

He aquí las características que habrían que adoptar, si claro esta que ya no las tiene, para conseguirlo por sí mismo.

Acoge la incertidumbre

Cada emprendedor debe aprender como navegar con la imprevisibilidad a diario, comenta Jonathan Greechan, cofundador de Founder Institute, un acelerador de startups en Sillicon Valley. “Uno de los rasgos que buscamos en nuevos emprendedores es su posición a tomar riesgos, su habilidad para aprender algo y aplicarlo para solucionar nuevos problemas. La incomodidad debe ser normal en sus vidas,” dice.

No des mucha importancia a las críticas

Como dueño de un negocio, vas a recibir opiniones de clientes, empleados, distribuidores e inversores que serán, en realidad, críticas. Acostúmbrate a aceptarlas y a usarlas para conseguir ventaja. “Si eres díficl de estar alrededor y discutes por todo, estás en el lado negativo,” dice Martin. “Pero, si obedeces completamente a todo lo que te dicen, estás en el lado opuesto. Buenos emprendedores se sitúan en el medio.”

Diferencia entre visión y misión

“Tu propia visión es el futuro de la compañía, hacia dónde va el mercado, y como satisfacer a tus clientes,” comenta Jonathan. “La misión es cómo vas a llegar hasta ahí. La visión necesita ser concreta, pero la misión puede que cambie a menudo.” Emprendedores destacados pueden prestar mucha atención a los detalles, y simultáneamente, prestar atención a los mayores objetivos que pueden acelerar el éxito de su compañía.

Acepta el fracaso, una y otra vez

Acepta que vas a fracasar casi a diario, y eso es parte del proceso y además una buena herramienta de aprendizaje, dice Ted Zoller, director del Cento de Estudios para Emprender de la Universidad del Norte de Carolina. “Debes ser oportunista y siempre adaptarte. Si te encuentras en un callejón sin salida, o sales por los alrededores o buscas una nueva salida.”

Los mejores emprendedores no etiquetan sus objetivos, ni sus fracasos, ni sus éxitos. Al contrario, se concentran en lo que es realmente importante: aprovechar su oportunidad. “Hagas lo que hagas, toma la iniciativa cuando una oportunidad se presente,” dice Ted. “Eso es lo que define el emprendimiento.”

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