La mayoría de nosotros no somos expertos en controlar nuestras finanzas, y no es que sea difícil por las matemáticas. Calcular los números y llegar a un plan de gastos es fácil. Es el comportamiento lo que nos deja atrás.

Es fácil pensar que controlar nuestras finanzas es una cosa que tiene que hacer una sola vez. Haces las matemáticas y calculas cuánto tienes para gastar en varias categorías a lo largo del mes. Es parte es fácil, pero mantenerse en ese plan es todo otro esfuerzo. Es probablemente más productivo pensar que el control de finanzas sea una costumbre en curso porque un presupuesto acertado depende altamente de tu comportamiento. Por ejemplo, tienes que:

• Resistir la tentación de gastar
• Encontrar un equilibrio entre el ahorro y el gasto para no tener dificultades
• Hacer un seguimiento de tus finanzas regularmente para que puedas lidiar con cualquier problema desde el inicio

Éste último es especialmente importante poque es casi un último recurso si los dos primeros no funcionan. Al igual que la mayoría de costumbres, cuanto más tiempo pasas sin mirar o pensar en tu presupuesto, más difícil es volver a él.

Esto puede sonar familiar: gastas más de lo que debes, no tienes en cuenta tu presupuesto, y ahora temes ver cuál ha sido el daño. En su lugar, lo ignoras porque es demasiado estresante para tratar en estos momentos. Si no lo ves, no piensas en ello, ¿no? Excepto que, gracias a inercia, te acomodas y no administras tus finanzas, lo que inevitablemente será contraproducente.

La automatización ayuda pero no sustituye

Claro, la automatización puede ayudar con ciertas cosas, como asegurarse de que las facturas se pagan e ir a la cuenta de ahorros si es necesario. Pero la automatización no sustituye a las costumbres y, por el bien de no dejar que tus finanzas tomen completamente tu vida, las costumbres financieras son importantes.

La conclusión: no pienses que controlar tus finanzas es una cosa que tienes que hacer una sola vez. Es una costumbre que tienes que continuar regularmente.

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