Pregunta, ¿qué pasa si?, antes de hacer una compra impulsiva
Para que saques el máximo provecho a tu dinero, deberías gastar en las cosas que amas, no en las que solo te gustan. Por supuesto, durante una compra eso es más fácil de decir que hacer, pero la próxima vez que estés a punto de hacer una compra impulsiva, detente y hazte una simple pregunta: ¿qué pasa si?
En Becoming Minimalist, Joshua Becker lo explica:
«Cada vez que sientas esa sensación que te empuja a consumir, simplemente pregúntate a ti mismo la versión abreviada de este sentimiento: ¿qué podría ser capaz de hacer si no hago esta compra?»
«Cada compra contiene un coste de oportunidad. La pregunta, «Pero, ¿y si no lo hago?», nos obliga a reconocer y pensar.»
Normalmente, cuando estás a punto de gastar de forma impulsiva, tienes problemas con tus emociones, que pueden hacer que sea difícil detenerse y pensar racionalmente acerca de la idea del coste de la oportunidad. Además, cuando te preguntas, «¿qué pasaría si?», estás menos centrado en lo que perderías y más centrado en una alternativa positiva. Estás simplemente entreteniendo la idea de no hacer una compra estúpida. A veces ese pensamiento puede ser suficiente para darte cuenta de que es lo que no quieres.