Entras en el gimnasio para una sesión de entrenamiento y de inmediato te dan la posibilidad de escoger pesas libres o subirte a una de las máquinas. Vamos a explicar por qué deberías utilizar ambas opciones.
La mayoría de las veces las pesas libres (barras, mancuernas, pesas, etc.) van a ser mejor opción por varias razones:
La inestabilidad de las pesas ayuda a construir músculos estabilizadores. Esto mejora el equilibrio, la agilidad y la coordinación. Las máquinas suelen eliminar la inestabilidad de la ecuación.
Los pesos libres permiten mover las barras en una forma natural, o en de una forma que sea natural para ti. Esto permite que repliques movimientos que harías en la vida real. Las máquinas pueden restringir ese tipo de movimiento.
Puedes hacer casi cualquier tipo de ejercicio con pesas libres. Esto no es así con máquinas diseñadas para hacer un ejercicio en particular.
Aún así, hay muchos escenarios donde las máquinas son una mejor opción:
La estabilidad de las máquinas son una gran ventaja para aquellos que tienen que hacer rehabilitación después de una lesión.
Las máquinas tienen una curva de aprendizaje mucho más baja, que las hace perfectas para el ejercicio en principiantes y ancianos.
Se puede aislar grupos musculares específicamente con el uso de máquinas.
En general, las pesas libres son mejores para la obtener fuerza general y trabajar los músculos de forma natural. Si puedes manejarlo, aprende cómo entrenar tus músculos utilizando pesas libres. Dicho esto, las máquinas no son inútiles. Si estás trabajando en tu camino hacia levantar pesas libres, o necesitas estabilidad, las máquinas son la mejor opción.