¿Sabes de esos tiempos en que te sientas en tu mesa, mirando tu monitor, pidiendo a tu cabeza ideas creativas? Si eso no funciona y necesitas inspiración, aléjate de tu mesa.

Tu mesa está diseñada para ser un lugar donde filtras el mundo exterior y haces las cosas. La mentalidad y las costumbres que tienes cuando estás en tu mesa se adapta perfectamente a ser productivo, pero son exactamente la antítesis de lo que necesitas cuando es el momento de tener ideas creativas. La creatividad exige mucho estímulo y tiempo para su procesamiento. Si deseas que estás ideas fluyan, necesitas escapar.

La psicóloga de Harvard, la Doctora Shelly Carson sugiere tener un límite estricto entre tu espacio de de intercambio de ideas (lo que ella llama el «estado de absorber») y tu espacio de trabajo (o «estado síntesis»). Cuando tienes un espacio dedicado para recibir la entrada y creación de ideas creativas, es más fácil para el cerebro entrar en ese modo cuando se necesita:

«Todo ser humano tiene un sistema de censura incorporado que filtra pensamientos y estímulos del mundo exterior antes de que lleguen a la conciencia.

Aprender a relajar este proceso de filtrado para permitir que fluyan las ideas creativas es uno de los mayores retos para las personas que no se creen creativas.»

La creatividad no es algo que se pueda pedir cuando uno quiera, pero es algo que se puede cuidar, al igual que un jardín. Al dar a tu cerebro un espacio para ser creativo, se pueden cultivar ideas de una manera que simplemente no se puede lograr sentándote en tu mesa y mirando a la pantalla.

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