Cuidado con el ‘sentimiento de finalización’ cuando trabajas en tu lista de tareas pendientes
Tachar cosas de tu lista de tareas pendientes puede sentarte muy bien, y esa sensación puede incluso hacer que seas más productivo. Sin embargo, esa sensación puede evitar que intentes completar tareas más grandes e importantes.
El «sentimiento de finalización» es cuando el cerebro experimenta el placer que trae el hecho de haber completado una tarea. Francesca Gino, una profesora en Harvard Business School, y Bradley Staats, profesor asociado en la Universidad de Carolina del Norte, explican que este sentimiento puede engañar a uno a que sólo se centre en tareas pequeñas ya que querrá experimentar esa sensación positiva más a menudo. Pasas el día haciendo tareas pequeñas y fáciles (como contestar correos electrónicos, o otras tareas de mantenimiento en general) y sientes que estás siendo productivo. Pero cuando miras hacia atrás y analizas lo que has logrado en el día, te das cuenta de que apenas has conseguido hacer un impacto positivo en tu trabajo real. Sin control, este sentimiento de finalización puede hacer que tu productividad llegue a un punto muerto, e incluso arruinar tu capacidad para elaborar una buena lista de tareas pendientes.
Para solucionarlo, Francesa y Bradley sugieren que mezclemos nuestras tareas pendientes para que no sólo hagamos las pequeñas tareas. Haz una tarea fácil y, a continuación, utiliza esa buena sensación como impulso para empezar una tarea más difícil, y repite. Y cuando elabores tu lista de tareas, asegúrate de incluir las tareas más difíciles que impactan a tu trabajo, junto con las tareas más fáciles.
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