Puede parecer que las resoluciones de Año Nuevo sean completamente arbitrarias, pero en realidad podría tener sentido esperar a que llegase el 1 de enero para empezar. Un nuevo estudio dice que días con importancia como los lunes y el día de Año Nuevo nos ayuda a distanciarnos de la parte negativa de nosotros mismos.

En cinco experimentos, los investigadores descubrieron que cualquier fecha significativa, como el principio de una semana, un mes, un semestre, o un año, llevó a más gente establecer y trabajar en sus objetivos. Lo llaman el «efecto del nuevo comienzo», que describe cualquier evento que te ayuda a dejar la versión anterior de ti mismo atrás y mirar hacia adelante, hacia el éxito:

«La gente tiende a atribuir rasgos y fracasos negativos a su yo del pasado, mientras mantienen una imagen positiva del yo actual. Las fechas que destacan por ser más significativas, tales como el inicio de una nueva semana o trimestre financiero, un cumpleaños, o el comienzo de las vacaciones; marcan el comienzo de un período de tiempo nuevo y distinto. Estos «puntos de referencia temporales» hacen que a la gente les sea más fácil separarse a si mismos de sus imperfecciones y fracasos pasados.

Mientras que los investigadores señalan que esto es una casualidad, cabe tomar nota, considerando que el 1 de enero ya no está demasiado lejos.

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