Si tu sistema de productividad no es uno en el que puedas confiar para que realmente te ayude en tu trabajo, no es bueno. Es un artículo reciente en la web de GTD, David Alen explica por qué es importante tener un sistema de productividad que inspire confianza, porque si no acabarás poniendo más esfuerzo en el sistema que en el trabajo que tienes que hacer.

Por ejemplo, si el sistema sólo te recuerda a medias los objetivos que tienes que cumplir, y tú tienes que recordar el resto, no te está ayudando. Si pasas más tiempo gestionando tu sistema en lugar de hacer las cosas que tu sistema te dice que tienes que hacer, tampoco te está ayudando. David lo elabora un poco más:

«Un principiante al volante de un coche hará movimientos pequeños y desiguales. Están manteniendo el control, pero gracias a pequeños incrementos de enfoque. A medida que aprender a confiar en la capacidad de respuesta del coche, pueden ampliar su horizonte e ir a velocidades más altas con mayor facilidad.

Del mismo modo, si no confías en tus sistemas personals, es probable que innecesariamente dediques atención mental a detalles y contenido con un componente emocional negativo. Te sentirás cansado, y a menudo con la sensación de que vas a perder el control.

Pero no puedes confiar en tu sistema hasta que sea digno de confianza. ¿Cuando será eso? Cuando sepas que has capturado todo lo que tienes que hacer, sabes lo que tienes que hacer, has decidido lo que tienes que hacer, y has puesto recordatorios de esas cosas en lugares donde sabes que vas a mirar.»

En pocas palabras, cuando el sistema te haga sentir cómodo y seguro, tienes un historial de cómo te ha ayudado en hacer tu trabajo sin que hayas perdido algo importante, entonces es digno de confianza. Ya tienes un sistema de productividad.

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