Fracasa rápido, pero no te olvides de aprender de tus errores
Aceptar el fracaso puede significar que crezcas y progreses, y eso es algo bueno. Sin embargo, si fracasas, no te olvides aprender de tus errores.
A estas alturas, probablemente has escuchado el dicho: fracasa pronto, fracasa rápido, fracasa a menudo. La idea es: cuanto más rápido y más a menudo fracases, más rápido lograrás el éxito. Eso puede ser cierto, pero logra pasar ese periodo de fracaso rápido, y podrías dejar pasar la oportunidad de aprender de tus errores.
El Harvard Business Review señala que hay diferentes tipos de fracasos. Algunos fracasos son los que se llaman «asistemáticos», y estos on, básicamente, los que pasan una sola vez, errores raros. Llegaste tarde al almuerzo porque tu perro se puso malo y necesitabas llevarlo al veterinario. Faltaste a una reunión porque al último momento, se presento un proyecto urgente. A veces, estas cosas pasan.
Pero luego están los fallos «sistemáticos». El psicólogo Art Markman lo explica:
«El fracaso sistemático ocurre cuando hay una meta en particular que quieres lograr, pero que nunca llegas a hacerlo.
Tal vez es un logro importante, como escribir un libro o solicitar una beca. Podría ser una importante meta diaria, como hacer ejercicio o comer más sano.
Según Art Parkman, estos fracasos suelen ocurrir por una de tres razones: las presiones a corto plazo frente a los objetivos a largo plazo, un entorno hostil, o el exceso de trabajo. La conclusión es, si fracasas continuamente en un objetivo, harás bien en tomar un tiempo para abordar y analizar que está pasando y por qué va mal.»
El fracaso puede ser una cosa buena, pero sólo si se aprende de él, arreglar lo que va mal, y luego seguir adelante.