Cómo los errores productivos llevan a aprender mejor
¿Sabes cuál es esa sensación cuando has creado algo pero es terrible? Cuando estás aprendiendo una nueva habilidad, tienes que darte un tiempo de adaptación y aceptar errores, un tiempo que te llevará a aprender mejor.
Einstein tenía razón en muchas cosas, pero en nuestras mentes este sentimiento es uno de sus mejores descubrimientos:
«Todo el mundo se sienta en una prisión de sus propias ideas; que hay que reventar para que se abran al mundo»
La construcción de algo de la nada y compartirlo con el mundo, en cualquier situación que sea, requiere mucha valentía. Esa prisión de ideas hace que esa aprehensión acerca de si nuestro trabajo es bueno o no, puede pararnos de aprender nuevas habilidades y crecer como persona.
Es este sentido, si nos acomodamos al concepto de error productivo, o darte el permiso de fracasar, no es solo bueno, pero te puede ayudar a aprender también.
La mentalidad de crecimiento
Analizar la psicología de este tipo de aprendizaje supone hablar sobre el desarrollo de una mentalidad de crecimiento.
Carol Dweck, una investigadora en la Universidad de Stanford y autora de Mindset: The New Psychology of Success, explica la diferencia entre dos mentalidades utilizando a estudiantes como ejemplo:
«En una mentalidad fija, los estudiantes creen que sus habilidades básicas, su inteligencia, su talento, son sólo rasgos fijos. Tienen una cierta cantidad y eso es todo, y luego su objetivo se convierte en ser vistos como personas inteligentes y nunca parecer estúpidos.
En una mentalidad de crecimiento, los estudiantes entienden que sus talentos y habilidades pueden desarrollarse a través del esfuerzo, la buena enseñanza y la persistencia. Ellos no piensan que todos son iguales o que cualquiera puede ser Einstein, pero creen que todos pueden ser más inteligentes si trabajan en ello.»
Gracias a los estudios de Carol, sabemos que gran parte de tu éxito depende de si crees que tus habilidades pueden ser desarrolladas en lugar de creer que son fijas.
Aquellos que tienen una mentalidad de crecimiento pueden manejar el hecho de que en primer lugar no sean buenos. Estas personas se concentran en su habilidad para cambiar y crecer -a diferencia de los que tienen una mentalidad fija- y pueden ver la luz al final del túnel y pensar en aquel momento en el que verán una mejoría.
Relacionado: Fracasa rápido, pero no te olvides de aprender de tus errores